Acné, cabello graso, vellitos en la cara. Hiperandrogenismo.

No sé quién dijo, que la mujer es complicada y el hombre es fácil. Y que por ello, la mujer sufre más y el hombre menos.  El peor escenario, pensé, lo tiene la mujer artista. Por ser los artistas prontos a los sentimientos, al caos, y a lo impredesible. Y pensé también, que el hombre de ciencia era un Pinocho.  Pero luego lloró un bebe que estaba en la cuna. Hay que cargar al bebe? La madre piensa que no. La abuela piensa que si. Igual que la primeriza. Y entonces pensé, que el verdadero peor escenario lo tenía la mujer joven o vieja, y que además era artista. Y ahì tuve el problema. Con la mujer abuela. Porque para mi, una abuela, es el ser más evolucionado del planeta. Cuando una abuela es mi paciente, saca una lista, la entrega, dice algo, y luego calla largo. Y yo siempre he tenido debilidad por los espacios largos entre palabras. Las abuelas hacen esto muy bien. Y luego dicen mi amor. También mucho. En nada parecido al sentimentalismo del hombre a los 55. Curioso. La mujer que se vuelve más hombre y el hombre que se vuelve más mujer. A los 55. Nosotros más llorones y miedosos, y ellas más prácticas y resueltas. Por eso no opino que el hombre sea más fácil y la mujer más complicada. No a esta edad, en la que el 45% de las mujeres presentan hiperandrogenismo (hormonas masculinas aumentadas) y en consecuencia acné, cabello graso en la raiz, y hasta vellitos en la cara. Y el hombre, no deja de ser curioso, al contario de la mujer, comienza a presentar aumento de la hormona femenina. El estradiol se acumula en la grasa. La hormona masculina se convierte en femenina gracias a una aromataza que vive en la grasa. Y esa barriga que ha salido con la edad, gesta en secreto su disminución de masa muscular, sus tetillas aumentadas de tamaño, y su pérdida de líbido y potencia sexual. Pero dejando la endocrinología, y volviendo al tema, la mujer, a cualquier edad, no es más complicada. Es más capaz que el hombre si, de entender,  manejar, e interactuar con un organismo vivo. Y el hombre con uno muerto. El hombre es a la mujer, lo que un carro es al hombre. Por eso el hombre aprende rápido a manejar.  Y la mujer desde pequeña ama.