
Si es asiduo lector de mis escritos, ya sabe que los lácteos son moco, pepas en las nalgas, eyaculación precoz, simusitis a repetición, mal aliento, gases, retención de líquido, y mayor frecuencia de todas la enfermedades que usted no quiere tener. Entre ellas, la diabetes tipo uno, la artritis reumatoidea, el cáncer, y el colon irritable. ¿Por qué? Por la caseina. La proteina de la leche que no es bienvenida en nuestros organismos. Con esta luna y a esta hora, he querido compartir con ustedes, amantes de cereles y batidos, el truco para dejar la leche sin dejarla. Usted debe dejarla. Dejar el youghurt, las galletas, el chocolate, negro inclusive (si, ya sé). Dejar los quesos, las cremas, las tortas, las pizzas, los carpaccios. La mitad de su vida. Pero debe dejarla. Pero no quiere dejarla. Porque no sabe el barco que atraca en cada una de sus articulaciones cada vez que un anticuerpo se conecta con una caseina. Moléculas, deacuerdo. Usted entiende. Un "Anti caseina", que se engancha con una "Caseina", paramás liberarse. Y hasta que la muerte los separe. Porque nada los separa. El cuerpo sólo eliminar semejante compuesto. Pero nunca a la velocidad requerida. Es el caso de los niños especiales con autismo o Down o Add. Igual que nosostros, por cierto. Que tampoco eliminamos estos compuestos a la velocidad requerida. Y que también nos haríamos un gran bien si dejáramos los lácteos. Como los toros que ya no maman. O las vacas que tampoco maman. Debe dejar la leche. Pero no quiere dejar la leche. Y la solución, en esta noche de luna, es la leche de almendras. Pocas cosas son más sabrosas que la leche de almendras. Y nada mejor para su piel (sólo el Alpha Lipoic Acid). y para dejarle satisfecho. Deje remojar una taza sin concha durante toda la noche. Colóquelas en la liquadora, y añada 3 tazas si la quiere delgada o 2 si la quiere gruesa, de agua potable. Licue, y listo. Vierta sobre un matiz que se deje ordeñar, y guarde el buruten para su baño. Ya usted está listo para beber el más delicioso líquido para el alma. La saliva de Dios. Friito es excelente. Con agua de coco es mejor. Y una cucharadita de cacao, crudo y orgánico, es un viaje a la luna. A esa de la foto.